El pediatra tiene un papel muy importante en la salud de nuestros hijos, porque es el que nos informa y nos mantiene al día de vacunas y demás protocolos de actuación muy necesarios para la salud de nuestros pequeños.
Además, en líneas generales también se ocupa de hacer mucho hincapié en la medicina preventiva que es la que nos ahorra muchos sustos.
En este sentido, un buen pediatra es aquel que nos ayuda y nos atiende con dedicación, de manera que consigue ganarse nuestra confianza y que sigamos sus consejos de manera natural y consensuada. Este profesional nos va a acompañar a lo largo de los primeros años de vida de de nuestros hijos y en fases importantes de su desarrollo hasta llegar a la edad adulta.
CÓMO ESCOGER A UN BUEN PEDIATRA
A veces me preguntaba cómo lograría escoger un buen pediatra. Por ello aquí te comparto algunas sugerencias básicas.
*Por recomendación. Nada mejor que ubicar a un profesional que sea de la entera confianza de algún allegado. Por ello, me parece ideal escuchar y recibir las sugerencias de tus amigas o familiares con niños pequeños. Atenta tanto a lo positivo como lo negativo.
*Que esté disponible. Aunque suelo ser comprensiva que un médico tiene familia y muchas ocupaciones, par mí es primordial que pueda localizarlo telefónicamente y de la posibilidad de realizar consultas de urgencia aún cuando sea fuera de cita.
*Que me escuche. Cuando fui madre primeriza tenía tantas dudas en la cabeza, y encontrar a un pediatra que me escuchara con atención y me guiará pancientemente fue tranquilizante.
*El tiempo de consulta. Por lo general desconfío de los médicos que atienden demasiado rápido. Considero que un buen doctor debe dedicar tiempo de calidad al paciente y hacerle su examen físico o de rutina con total atención.
*Química con el niño. Esto es básico tanto nosotras como nuestros bebés han de sentirse cómodos con su doctor. Un buen pediatra sabe cómo tratar al niño con paciencia y tacto.
*Debe preocuparse y preguntar. El pediatra debe informarse de cómo se ha desarrollado el embarazo y el parto, conocer el historial de salud familiar, etc. Su trabajo va más allá de chequear la tarjeta de control clínico del niño.
*Ser pro - prevención. Por lo general la clave para mantener la buena salud del niño está en prevenir las enfermedades. Para ello, debe realizar un seguimiento del crecimiento del bebé, debe controlar que se realizan las vacunas y prestar atención con respecto a la alimentación del pequeño. Entre otras cosas.
*Y nosotras seamos recíprocas. Así como esperamos estas actitudes (y muchas otras), los médicos también esperan de nosotras paciencia, colaboración y honestidad. Recordar que somos un equipo nos permitirá hacer un mejor trabajo en conjunto.
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